martes, 13 de diciembre de 2016

El Ejercicio Terapéutico. ¿Un cuento?

Érase una vez una gran herramienta llamada Ejercicio Terapéutico. Como digo era GRANDE, capaz incluso de lograr que lesiones y dolores desaparecieran y ¡que no recidivaran! o de mejorar notablemente la salud de personas con afecciones muy graves. Esta gran herramienta junto con otras muchas como la señora terapia manual, la dama punción seca, el famoso y aclamado por los pacientes masaje, la discutida electroterapia, la novedosa EPI... formaba parte del numeroso grupo de técnicas de las que se vale la Fisioterapia para la prevención y recuperación de la salud.
Pero ocurrió que nuestro gran protagonista fue siendo relegado... Y relegado... Y relegado. Todo el protagonismo lo acapararon las técnicas pasivas, ya fuese porque en ciertos ámbitos asistenciales primara el uso de éstas para atender al mayor número de paciente con el mínimo número de fisioterapeutas, o porque se vendieran como "de calidad" aquellos tratamientos en los que el paciente se pasa la hora tumbado recibiendo técnicas manuales o instrumentales pasivas.
Nuestro gran amigo el Ejercicio Terapéutico, viéndose apartado, se fue apagando. Ya nadie se interesaba por él. Nadie sabía de su importancia y de hecho ni siquiera sabían ya cómo aplicarlo. Y como era muy grande el hueco que dejó era enorme. Y allí que vino Pilates a ocupar una parte de ese enorme hueco. Un parche que luce mucho y vende otro tanto.. pero insuficiente.
Ejercicio terapéutico andaba relegado a la nada cuando pasaron por allí las ciencias de la actividad física y del deporte y le empezaron a hacer ojitos y a convencerle para irse con ellas. Ejercicio Terapéutico, conocedor de su poder, quería ser útil y ayudar a las personas a recuperar la salud así que se fue con ellas.
La fisioterapia ni se enteró. Andaba ensimismada con cosas como la tensegridad y las fascias, la relación entre alimentación y contracturas, los movimientos de los huesos del cráneo y su relación con las emociones, el hacer grupos de Pilates porque lo demanda el cliente, los masajes terapéuticos de 1 hora "porque es lo que sirve", el PIN y el PON.
Y cuando la fisioterapia se quiso dar cuenta ya era demasiado tarde y ya había gimnasios en los hospitales con graduados en CCAFYD atendiendo a personas con cardiopatías o a niños con cáncer mediante EJERCICIO TERAPÉUTICO.

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